El amor cortés

El amor cortés era un concepto literario de la Europa medieval que expresaba el amor en forma noble, sincera y caballeresca, y que se origina en la poesía lírica en lengua occitana. El trovador, poeta provenzal de condición noble, y más respetado que los juglares plebeyos, era la figura destacada en este tema. La relación que se establecía entre el caballero y la dama, era comparable a la relación de vasallaje.

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Generalmente, el amor cortés era secreto y entre los miembros de la nobleza; dado que los matrimonios eran arreglados entre las familias y se realizaban por conveniencia, el amor cortés no era un amor bendecido por el sacramento del matrimonio, en el seno de parejas formales; sino, en la mayoría de los casos, adúltero o prohibido.

… q’ieu e midonz jassam / en la chambra on amdui nos mandem / uns rics convens don tan gran joi atendi, / qe.l seu bel cors baisan rizen descobra / e qe.l remir contra.l lum de la lampa

… que yo y mi señora yazcamos en la cámara en la que ambos fijemos una preciosa cita, de la que espero tanto placer que descubra su hermoso cuerpo, besando y riendo, y que lo contemple contra la luz de la lámpara.

Iniciado como una ficción literaria creada para el entretenimiento de la nobleza y la justificación ideológica de su posición social,su capacidad atractiva lo transformó en un vehículo de «educación sentimental» que influyó en los comportamientos reales, siendo considerado una práctica enriquecedora y sofisticada; una experiencia intermedia entre el deseo erótico y el espiritual, que aunque pueda parecer contradictorio, era vivido como «un amor a la vez ilícito y moralmente elevador, apasionado y disciplinado, humillante y exaltante, humano y trascendente».

Aunque sus precedentes se han rastreado en la poesía árabe  o entre la literatura de los cátaros, o en la prosodia eclesiástica; sus comienzos pueden localizarse a finales del siglo XI en las cortes condales, ducales o principescas de Aquitania, Provenza, Champaña, Borgoña y la Sicilia normanda. Se extendió durante el siglo XII, en buena parte por la protección de poderosas damas, y María de Francia, condesa de Champaña y mecenas de Chrétien de Troyes (Lancelot ou le Chevalier de la charrette). Continuó en los siglos finales de la Edad Media, extendiéndose por los reinos cristianos de Europa Occidental y entroncando con el pre-Renacimiento y con otros temas y géneros (particularmente, los libros de caballerías).

Entre los más destacados cultivadores del tema poético del amor cortés estuvieron Marcabrú, Bernart de Ventadorn.

Características

  • Origen cortesano de la Dama, ella reside y se encuentra en un lugar físico determinado, corte señorial, castrum o burgo, pertenece a la élite urbana.
  • Total sumisión del enamorado a la dama (por una transposición al amor de las relaciones sociales del feudalismo, el enamorado rinde vasallaje a su señora). Esto origina el «sufrimiento gozoso».
  • La amada es siempre distante, admirable y un compendio de perfecciones físicas y morales.
  • El estado amoroso, por transposición al amor de las emociones e imaginería religiosas, es una especie de estado de gracia que ennoblece a quien lo practica.
  • Los enamorados son siempre de condición aristocrática (aunque también es común que el enamorado sea de un grado social inferior al de la amada).
  • El enamorado puede llegar a la comunicación, con su inaccesible señora, después de una progresión de estados: suspirante (fenhedor, en occitano), suplicante (precador), oyente (entendedor) y amante (drut).
  • Se trata, frecuentemente, de un amor adúltero. Por lo tanto, el poeta oculta el objeto de su amor sustituyendo el nombre de la amada por una palabra clave (senhal) o seudónimo poético

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Grados del amor cortés

Un tratadista anónimo de mediados del siglo XIII distingue cuatro pasos en el progreso del caballero enamorado hacia su dama: fehedor (no ha manifestado sus sentimientos), pregador (los ha manifestado), entendedor (la dama le ha sonreído o dado prendas) y drutz (ha culminado la relación con un contacto íntimo -otra cosa es lo que esto signifique, un mero contacto físico o el coito completo, teniendo en cuenta que la idealización del amor podía significar pasar la noche juntos sin tocarse –assag-, o con una espada entre ambos, como Tristán e Isolda-). En latín, los cuatro pasos del amor se nombraban como visus (contemplación), alloquium (conversación), contactus (caricias) y basia (besos).

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Autora: Carolina García Hidalgo

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